Toma su nombre por la chimenea que Simón Bolívar manda construir en el estudio. En este lugar El Libertador escribió diversos documentos como el mensaje al Congreso de Ocaña.
Salón de Manuelita:
Este espacio rescata la figura de Manuela Sáenz quien llega a la Quinta en 1828 y transforma el lugar en sitio de reuniones políticas. Igualmente, da una idea de los espacios femeninos a finales de la Colonia e inicios de la República.
El Gran salón:
Desde tiempos de la familia Portocarrero, la Quinta fue considerada un lugar de fiestas, este especialmente estaba destinado a recibir los invitados en las reuniones que se organizaban en la casa.
Comedor:
Durante el tiempo que Bolívar estuvo fuera del país, Santander realizó varias mejoras, entre éstas en el comedor. Era el sitio ideal para atender a las visitas, en las comidas que se realizaban con bastante frecuencia.
El salón de juegos:
A Simón Bolívar le gustaba jugar cartas. Varios cronistas comentaron en sus escritos que el libertador disfrutaba reunirse a jugar tresillo o ropilla pero se enfurecía cuando iba perdiendo.
Alcoba del Libertador:
Durante sus últimos años Simón Bolívar trabajaba en su habitación, igualmente en este lugar se evidencia el interés del Libertador por su cuidado personal y también algunas costumbres sanitarias de la época.
Alcoba de José Palacios:
José Palacios Antúnez nació en Maracaibo, en 1790 y murió en Caracas, en 1868. Fue el ayudante de cámara de Simón Bolívar y su más fiel servidor. Estuvo con Bolívar desde muy temprana edad, cuando juró a la madre del Libertador, encargarse de su cuidado. Siempre estuvo presente en la casa durante las estadías de Bolívar y lo acompañó hasta su muerte en la Quinta de San Pedro Alejandrino en Santa Marta.
Área de servicios (Granero y Caballerizas):
Conformada por la despensa, la cocina y el granero, muestra cómo se organizaba el lugar donde los sirvientes ejecutaban sus tareas diarias.
La huerta:
Simón Bolívar había aprendido a hacer ensaladas en Francia y quería contar con vegetales frescos para él mismo prepararlas, por esto buscó una persona: que se encargara de esta labor: José María Álvarez, quien fue el responsable del mantenimiento de la huerta de la Quinta por varios años.
El baño de asiento y mirador:
En sus viajes a Europa, Simón Bolívar conoció los baños romanos e intentó reproducirlos en su Quinta mandando construir este espacio que le permitió bañarse frecuentemente como a él le gustaba.